El Cañón del Colca está orgulloso de ser uno de los más profundos del mundo con unos 3400 m de profundidad, rodeado en las cercanías de varias montañas que rondan los 6000 metros de altura, con sus neveros eternos es un lugar digno de ver, sobre todo porque nos comentan que entre las escarpadas paredes vive y anida el cóndor andino en libertad, el ave voladora más grande del mundo.
A las 3:30 am estamos metidos en una fregonetilla, apretaditos, alguno que otro se come las rodillas porque el espacio entre asientos es realmente escaso, aún así intentamos echar una cabezadita, quedan 3 horas de trayecto, las mismas que para el amanecer.
El camino es cuesta arriba de forma permanente, el punto más alto que alcanzaremos será de 4300 m… esperamos no sufrir de mal de altura de forma precipitada… Los rayos de sol empiezan a iluminar los nevados de los altos montes mientras nos acercamos a Chivay, donde tomaremos un desayuno y un te de coca para tener fuerzas para la caminata que nos espera.
Una parada en la Cruz del Cóndor, entre los riscos aparecen majestuosos estos enormes carroñeros de hasta 3 m de envergadura y hasta 20 kg de peso, vuelan elegantes aprovechando las corrientes de aire para elevarse y volver a descender por el cañón. Hace un bonito día y la naturaleza que nos rodea es espectacular.
Volvemos a apretujarnos en el bus, en 30 min más estaremos en el punto de comienzo de la caminata… 15 km de sendero arenoso para llegar al oasis que hay abajo, rodeado por el río… bueno, vamos a ataviarnos, fuera chaqueta, gorros y guantes, a mano el agua… ah!! y que no falten unas hojitas de coca para mascar, sin duda ayudan a hacer esfuerzos a los 3200 m de altura que estamos, bajaremos a los 2100…
Esto se está poniendo más chungo de lo que parecía, el sol ya aprieta en lo alto y el calor produce sofoco en muchos de nosotros, el camino entre piedras y arenisca causa alguna que otra caída entre los turistas, la bajada es constante, no hay tramos llanos o de subida… tras 8 km así nuestras rodillas están destrozadas y tiemblan cual gelatina. Menos mal!! Un descanso en el puente… en 30 minutos llegaremos al restaurante para comer… Cómo? Y ahora una cuesta arriba?? Nuestras piernas no responden están bloqueadas en posición bajada.
La comida no está mal… tampoco era pa echar cohetes, pero suficiente para reponer fuerzas, la carne de alpaca esta buena, un poco durita y tal… aún nos quedan casi 7 km para llegar al campamento. Un descanso tumbados en la hierba…
En Marcha!! que ahora va a ser llano… Llano? Y un huevo!! volvemos a las cuestas!! Para qué subimos? Si luego hay que bajar de nuevo?! No podrían haber hecho el camino un poco más llanito? Si al final vamos bordeando el río!! Llegamos al último tramo, otros 2 km de bajada con una inclinación superior al 10% Nooooo!! Las rodillas no responden!! Y todo esto mientras divisamos la empinada cuesta que hay que subir mañana… mejor no pensarlo…
Llegamos!! Siiiiii! Lo hemos logrado!! Y aún es de día!! Nos dan nuestro cuarto, una cabañita humilde pero con una cama cómoda y una manta calentita… Ahora a relajarse!! Nos lo merecemos!! un poco de remojar los pies en la piscina de agua a 18º (parece que el guía ha ido con el termómetro a medirlo…) seguro que calma el dolor a la vez que charlamos con Joao, Guillerme y Paola (unos simpáticos brasileños). Coronel Trautman, no siento las piernas!!
Vaya por dios!!, se les ha roto el generador y no hay electricidad, sólo algunas luces alimentadas por las baterías solares… chungo!! El agua de la ducha fría y la cerveza caliente, pues ni lo uno ni lo otro nos apetece, el agua de la piscina estaba más caliente que la del baño, nos conformamos con ese chapuzon y a cenar.
Ummmm! Que rica sopita!! Son sólo las 7 de la tarde, pero hay hambre, comemos todo lo que nos ponen sin rechistar y será mejor ir a la cama prontito… mañana empezaremos a caminar muy temprano, al alba, para no sufrir desvanecimientos por culpa del calor durante la dura subida. Son solo las 9 y ya estamos roncando plácidamente arropaditos y calentitos en nuestro nido.
Nooooo!! Ni si quiera hemos desayunado, son las 5:30 am y ya estamos caminando, menos mal que compramos unos zumos y unas chocolatinas para tener energía en el camino. El sendero es bastante duro: 6 km de subida permanente para ascender 1100 m en altura
bordeando el precipicio, muchos se han rajado y han decidido subir en mula, nosotros vamos a pie, además después de la experiencia de Ruth con las mulas… no queremos estar a lomos de un animal enloquecido y terminar en el fondo del barranco, eso sería el final del viaje y queremos continuar nuestras aventuras…
La caminata, a pesar de todo, es preciosa, las laderas volcánicas, la vegetación que va desapareciendo según ascendemos, las mulas que nos adelantan con su carga y que van solas… aparecen de nuevo los cóndores, sobrevolando el cañón, la corriente les hace ascender suavemente, parece que se ríen de nosotros que no podemos sino arrastrar nuestros pies por el suelo polvoriento hasta la cima.
De nuevo prueba superada!! Llegamos a la cima, nos espera un abundante desayuno para recuperar fuerzas, es aún temprano y nos queda todo el día para ir visitando pueblitos y miradores, pero ya no tendremos que andar más, el autobús hara el resto del camino de regreso a Arequipa: Chevay, las terrazas Incas, el mirador de los volcanes, el parque de vicuñas, huanacos, yamas y alpacas… a las 6 de la tarde estamos de nuevo en la ciudad.
Estamos cansados, pero satisfechos por la visita y la culminación del sendero recorrido, somos unos campeones!! y nuestras bolsas de hoja de coca están casi intactas, el mal de altura no ha caido sobre nosotros como la pesada losa que puede hasta hacerte perder la conciencia, recogemos de nuevo nuestras preciadas y pesadas pertenencias, nuestro bus sale a las 9 pm, vamos a la terminal de buses, ponemos rumbo a Cuzco, la capital del imperio Inca.