Llegamos casi a las 11 de la noche a la entrada al parque nacional del Gran Cañon del Colorado. Unos alces en medio de la carretera nos animan a reducir sensiblemente la velocidad. Al llegar al camping del Gran Canyon Village, una vez más no hay nadie en la caseta y la máquina para pagar no acepta tarjeta de crédito, solo efectivo. Podéis imaginar lo que hicimos. Buscamos un hueco en la oscuridad y pasamos la noche fría en la minivan. Al amanecer un Ranger nos dice que no podemos estar ahí porque no es lugar para coches (la oscuridad de ayer nos impidió aparcar correctamente) y además que debemos pagar. Le decimos que la máquina estaba averiada y nos dice que de acuerdo pero que paguemos en efectivo en cuanto podamos…
Directos al centro de visitantes, previo café calentito y reponedor. Una carretera alrededor de la orilla sur del Gran Cañon nos irá conduciendo a las vistas más impresionantes. Una videoproyección a pantalla gigante nos da la bienvenida y nos muestra lo que en breves momentos disfrutaremos en directo.
A lo largo de nuestro viaje siguiendo el río Colorado, hemos disfrutado de lugares increíbles y de cañones gigantescos, pero nada se puede comparar. La profundidad del cañon alcanza los 1.300m y su anchura llega hasta los 26km entre la orilla norte y la orilla sur. En ocasiones, las imágenes valen más que mil palabras. Este es el caso. Una de las siete maravillas del mundo puede hablar por si misma.
Antes de regresar al camping nos toca hacer algo de compra y aprovechamos para conectarnos un poco a internet… la cafetería tiene wifi… Mira, si venden leña!!! podríamos hacer un fueguito bueno esta noche…. Conocemos a una pareja de argentinos y se unieron con nosotros cuando vieron que estabamos preparando una hoguera. Al abrigo de la lumbre y bajo un cielo estrellado compartimos experiencias, risas y cervezas.
A la mañana siguiente, con un suelo completamente blanco, ‘scrtch, scritch’ de nuevo ese sonido conocido de pisar nieve… nos encontramos una nota en nuestro parabrisas que nos reclama el pago o puede haber sanción. Uy uy uy. Se han enfadado.
Buscamos al Ranger para decirle que hemos pagado las 2 noches y enseñarle los tiquets (se nos olvidó ponerlo en el parabrisas), pero no le encontramos. Alguien del parque nos dice que no le demos importancia, sólo es un aviso.
Hoy hemos decidido bajar todo lo posible hacia el río, esas vistas deben ser espectaculares. El hiking es de unas 15 millas cuesta abajo y lo mismo hasta arriba. Cerca de 50 personas al año mueren por intentar bajar y subir en el mismo día, en todos lados se avisa de que esa hazaña es muy complicada, lo mejor es acampar abajo y subir a la siguiente mañana. No tenemos intención de hacerlo. La nieve que cubre el camino ya lo hace suficientemente complicado incluso bajando. Recorremos unas 4 millas entre acantilados gigantes, llegando a ver el río Colorado al fondo del cañon.
Tras subir de nuevo todo el camino, nos ponemos en camino hacia Desert View Point, otra zona del Gran Cañon donde se ven otras perspectivas y desde donde se puede ver el río Colorado un poco más de cerca. De casualida, pero hemos llegado justo cuando el sol se está poniendo y nos regala sus rayos sobre el cañón, pintando de cálidos rojizos todo el horizonte. Ya llega la hora de ponerse en marcha… con pena y con la oscuridad a nuestras espaldas cogemos carretera y manta.
Ponemos rumbo al parque nacional Petrified Forest, 400 largas millas nos esperan…
Reconozco que alguna de vuestras fotos me han dado vértigo… lo de la envidia ya se supone
Que pasada menudo viaje OS estáis metiendo,que envidia.
No nos dais respiro entre un sitio y otro, todos ellos son espectaculares. La verdad es que entiendo que deis gracias a la vida.
El que pongais videos ha sido muy buena idea, parece que os tenemos aqui al lado contandonos las cosas.
Ah, la minivan os está sacando de muchos apuros. tratarla bien.