Si, otra vez llegamos de noche. Paramos en el McDonalds del pueblo más cercano al parque nacional Petrified Forest. Se llama Holbrook. Los precios de los moteles son prohibitivos y tras dudar qué hacer (llevábamos 2 días durmiendo en el coche con el frío que eso conlleva), volvemos a decidir dormir dentro. Buscamos sitio un tanto alejado del bullicio. Una pequeña zona de casas unifamiliares parece ser la mejor opción. El colegio de la zona dispone de una aparcamiento donde podemos dejar el coche, algo resguardados del viento y del frío.
Debemos reconocer que esta ha sido la peor noche durmiendo a la intemperie en todo el viaje. La temperatura quizá no era la más baja, pero al encontrarnos en una zona residencial, no queríamos ser descubiertos y no encendimos el coche en toda la noche para poner la calefacción y la colchoneta que se nos desinfla… horroroso!! A las 6 de la mañana ya queríamos salir de allí. Un café y un té nos atemperan el cuerpo. Ya estamos otra vez listos…
Este parque no es muy conocido, sin embargo, es único en el mundo. Los árboles que alli se encuentran datan del cretácico, es decir miles de millones de años, y convivieron con dinosaurios. Estos arboles se han petrificado, convirtiendo en sílice lo que antes era carbono, por la accion de la presion de miles de capas de tierra y agua. Tras miles de años bajo tierra la erosion los devolvió a la luz, pero ahora completamente como rocas.
Despues de recorrer las zonas más relevantes del parque, nos dirigimos al Desierto Pintado, nombre que le dieron los conquistadores españoles que llegaron con Francisco Vázquez de Coronado, al llegar a esta árida zona allá por el 1540 a lomos de sus caballos y apenas 200 militares en busca de oro. No encontraron oro y hasta casi 300 años despues ningun hombre blanco volvio a pisar estas tierras.
Nuestro dia acaba, ponemos rumbo a la ruta 66.
Born to be wild.
Ouch… Very (very) old trees !!! ^^ Lucky you
Guau, yo quiero ver esos arboles y esa piedra que tienes en la mano.