Hemos llegado a Livingstone, supongo. Es una villa costera en la que los barcos pesqueros y turistas se agolpan en los muelles, los pelícanos son su inseparable compañía. Por casi se nos olvida sellar el pasaporte, menos mal que preguntamos y decidimos pasar por la garita de migración… «Siii claro, siempre tienen que sellar el pasaporte cuando llegan a un país, aunque ya hayan estado antes, si no les pueden poner una multa de hasta 200 USD» (pelos de punta, eso si que nos destrozaría el presupuesto).
«Señorita, hay un pequeño problema, una persona con su mismo nombre anda en búsqueda y captura por la interpol y hay orden de retenerla en el país y no dejarla salir…» ¿¿¿Comor??? ¿¿Yo?? «No se preocupe, no es usted, la foto no coincide (juas!!! Como si las fotos de los pasaportes fueran fiables) y la nacionalidad no es la misma, necesitamos, no más, una fotocopia de su pasaporte,
por comprobación de que no es la delincuente a quien dejamos entrar o salir del país, por favor vaya a la tienda de al lado a obtener la fotocopia» (Victor, muy avispao) Oiga, si es un trámite de migración… ¿No deberían hacer la copia ustedes? «Mire señor, le podríamos retener aquí por horas hasta realizar la comprobación con la central… tenga
20 quetzales y vaya!» Hacemos la fotocopia por medio quetzal (Señorita no tengo cambio de 20 ¿no tiene algo más pequeño? pagamos de nuestro dinero) el policía, muy amablemente nos lo devuelve y nos deja marchar… nos sella el pasaporte y nos recomienda que llevemos una fotocopia extra por si acaso volvemos a tener el mismo problema en otro sitio, «así ahorran tiempo». ¡¡Vaya una señorita con mi mismo nombre es una prófuga… y yo sin saberlo!!
Tras un pequeño paseo por el lugar, de cambiar los pocos dólares belizeños que nos quedaban, nos encontramos con el capitán de nuestro transporte a la Finca Tatin. Este sitio que nos recomendó Kike es un Hotel de cabañas en medio del Río Dulce, el sol nos acompaña por el camino, entre las aguas tranquilas la lancha se desplaza suavemente, llegamos!!! El muelle y unas relajantes hamacas nos reciben.
Esta noche no tienen la cabaña que queríamos, pasaremos la noche en otra sin baño, en medio de la selva, por 120 quetzales (12 euros) y las 2 siguientes tendremos una con baño privado por 180 quetzales (la conversión es fácil, 18 euros…) lo único que echamos de menos un poco es el agua caliente… por todo lo demás el paraje es envidiable.
3 noches de hospedaje y tres noches de lluvia torrencial, tengo hasta el alma mojada… y nada que decir de la ropa… humedad y mosquitos. Fuimos afortunados una mañana, pudimos dar un paseo por la zona y visitar la cueva del tigre y una villa cercana, la gente humilde nos explicó su forma de vida, sus temporadas de cosechas y los animales de corral que poseían para poder alimentarse. Algunos artesanos fabrican anillos y alhajas de corozal o coco para comerciar en Livingston con los turistas. Ruth recibió una hecha a medida, su dedos son demasiado pequeños para el estándar habitual.
Volvemos a la humedad y la lluvia, la gente que nos acompaña es agradable, volvemos a reencontrarnos con Xavier y Javiera, nuestros colegas Chilenos… No poooh!!! e incluso conocimos a una pareja de gallegos y los chavales de Alaska eran fenomenales… no pudimos aprovechar el tiempo para hacer un poco de piragüismo por el río, el clima no nos acompañó (para variar, estamos pesando que somos gurus de la lluvia o que quizás la envidia que corroe a algunos nos trae mala suerte en este aspecto)… Aún así pudimos darnos un chapuzón en el río y descansar plácidamente. Una cosa que no nos gustó mucho del lugar es que no tiene cocina para los huéspedes y estás atrapado a la comida y bebida que allí te ofrecen y al precio que te lo ofrecen… bueno, el susto al final cuando nos hicieron la cuenta no fue para morirse, nos dejaron pagar parte en euros.
Hemos pasado 14 días formidables en Guatemala (25 Enero a 10 de Febrero + 3 días escapada a Belize). Mañana a las 5:30 de la mañana parte nuestra lancha, debemos acostarnos temprano para no quedarnos dormido, de nuevo camino a Livingstone, supongo, para tomar una barcaza rumbo a Honduras.
Jajajajclaroooo el pasaporte jajsja que sustooooooooo nunca más me pasara!!!!
Joer. Para una cosa que podía aportaros se os fastidia con la lluvia. En fin. Os tocs buscar el sol mas al sur…