Iquitos es la ciudad mas grande del mundo a la que solo se puede llegar por vía aérea o vía fluvial, no hay carreteras ni otro media de transporte que conecte esta urbe de casi 600.000 habitantes con el resto de Perú. Nada mas llegar lo primero que te sorprende en la enorme cantidad de mototaxis, o motocarros como los llaman acá, que inundan sus calles. Cerca de 25000 de estos curiosos transportes convierten Iquitos en un pequeño caos controlado, ruidoso y donde cruzar se convierte en un acto de fe.
No hay nada como una ducha caliente, si amigos, algo tan básico como una ducha caliente tras 3 días en un barco, es lo mejor que te puede pasar, bueno eso y un baño limpio donde no te de nauseas asentar tus posaderas. Ay que gusto hijo mio! Después de volver a ser personas humanas lo que nos pide el cuerpo es conectarnos a internet para saber de la familia y quizá hacer algo del blog, pero oh oh la conexión es patética y apenas podemos hacer nada. Seguiremos con nuestra desconexion tecnológica hasta que lleguemos a Lima…
Un paseito por la Plaza de Armas y para ver la Casa de Fierro, una construcción realizada por Eiffel (el mismo que el de la torre de París), pero que no deja de ser una casa hecha con hierro con no demasiado encanto. La torre le quedo mucho mejor…
Una cuadra mas allá se encuentra el malecón, un paseo que linda con unas vistas impresionante del Amazonas y que cuenta con terrazas y restaurantes, donde alejarse del ruidoso Iquitos. Aquí, en el «cuadrado· hemos quedado con Claudio, nuestro compañero de viaje por el Amazonas y también coincidimos con los otros 3 chicos que hicieron la travesía. Un rico ceviche peruano y una charla recordando lo vivido en esos magníficos tres días y a dormir, estamos cansados y necesitamos una cama donde la espalda este perfectamente recta y el cuello en una posición natural. La hamaca mola pero al cabo de unos días ya deja de ser tan divertido.
A la mañana siguiente en el hostal conocemos a Jose, un castellonense afincado en Perú y que tras años de estudio ha llegado a convertirse en shaman. Realiza tratamientos de la conocida Ayahuasca, una bebida ritual que te conecta con la naturaleza y que se utiliza en el Amazonas desde tiempos inmemoriales. Nos llama la atención el tema, pero Jose nos dice que no es ninguna tontería, requiere de al menos dos días de dieta específica y estar preparado para un mal viaje, que como dice él siempre lo es porque la naturaleza está actuando para sacar de ti todo lo malo que llevas en tu interior. Ups! Ya nos ha acojonado! Aunque quisiéramos no podríamos porque no tenemos días suficientes, o tour por la selva o Ayahuasca? Tour por la selva! Como nos dijo Juli, un amigo español que conocimos en Panamá, «si ya me estoy dando un viaje para que quiero darme otro» jajaja grande Juli.
Jose nos aconseja que no nos fiemos de nadie aquí en Iquitos, son una panda de piratas todos, según su opinión, pero el caso es que debemos contratar una excursión con alguna de las mil agencias. Victor se marcha a ver que encuentra y vuelve tras 3 horas de recorrerse Iquitos y de que decenas de comisionistas le pongan la cabeza como un bombo. Hala, ya lo hemos cerrado, mañana salimos para la selva por dos días. Que sea lo que dios quiera! Esperamos que cumplan lo prometido! Ruti esta también desesperada, el internet se va y se viene a cada rato, seguiremos insistiendo… A Víctor le duele la cabeza así que se va a echar una siesta.
Los franceses ya se han ido y volvemos a quedar con Claudio para cenar. Este chico es excepcional, es de esas personas maravillosas y con corazones gigantes que te encuentras en el camino y que te hacen sentir como si le conocieras de toda la vida. Nos dan las mil y nos despedimos de Claudio con un abrazo eterno, ojala que nos veamos en Santiago de Chile, amigo mío. Claudio no lo duda, «os espero con los brazos abiertos, con un ceviche y un exquisito vino chileno». Te queremos Claudio!
Bien temprano, apenas las 7 y nos levantamos para coger la buseta que nos lleva hacia el puerto, desde donde partiremos hacia la selva. Supuestamente íbamos a ser 6 u 8 pero somos 15 personas, primera mentira a cargo de la agencia de viajes. El peke peke, como aquí llaman a las pequeñas embarcaciones nos lleva río abajo hasta la reserva de la tribus Boras, donde nos recibe el jefe en la puerta de su enorme casa hecha a base de madera y hojas de palma.
Nos da la bienvenida en su idioma y después en español, el resto de la tribu, mujeres, jóvenes y niños, nos colocan collares artesanales hechos con todo lo que encuentran en la selva. Aquí si llevan plumas y tanto hombres como mujeres llevan la misma, consistente en una faldita de corteza de árbol tratada de colores crema y marrón, algunos collares adornan su torso… no necesitan mucho más para vivir en la selva.
Esta tribu es originaria de la zona colombiana pero algunos también viven por acá, aunque como nos señala el jefe, en el interior de la selva, esta casa es únicamente un puesto base para las labores comerciales con el hombre blanco. Nos regalan la exhibición de algunas de sus danzas rituales, todos juntos bailando en comunidad, en círculos concéntricos y con cantos que se asemejan a sonidos guturales. Ha sido agradable conocerlos pero hemos de seguir. Ojala que puedan seguir con sus tradiciones y cultura muchos años más y que el hombre blanco les deje en paz, en el interior de su selva querida.
Tras casi una hora en la lancha llegamos al fundo San Carlos, donde podemos ver vivo al pez gigante del Amazonas, el Paiche, un tremendo animal que puede llegar a pesar 150 kilos, con una boca descomunal. Guau! Increíble! En la misma laguna donde se encuentran los paiches están presentes las Victorias Regias, la planta acuática mas grande del mundo, de la familia de los nenúfares pero con un tamaño desproporcionado, como casi todo en esta región del planeta. Algunos guacamayos y caimanes también forman parte del fundo pero esos nos interesan menos, ya los tenemos muy vistos.
Llegamos al campamento, un precioso lugar en medio de una laguna interna con victorias regias por todas partes, aunque también suponemos que habrá muchos mosquitos. El almuerzo es a base de carne de lagarto y de doncella(un pez de la zona), acompaña do de arroz y ensalada, delicioso y necesario para coger fuerzas antes de la primera caminata.
Nos calzamos las botas de agua, las de Ruti le quedan muy grandes pero es lo que hay y nos adentramos por un sendero denso, a cada paso entre el lodo y la hojarasca las botas se quedan clavadas, en una de estas vamos a sacar el pie de la bota, ya verás el tortazo que nos damos!!!. Uy que flojos están los que nos acompañan! Apenas una media hora alrededor del campamento ha sido suficiente para algunos, que ya se empiezan a quejar. Pero tu que has venido a hacer aquí chiquillo?
Regresamos, tenemos tiempo de descanso hasta el atardecer donde realizaremos una caminata nocturna en busca de animales. Siestecita al canto en la humilde pero limpia cabaña.
De nuevo las botas de agua a lo que se añade una linterna, ahora es peor, el fango y el lodo en esta zona forma parte de la aventura. A Ruti se le queda a veces la enorme bota engullida por el lodo, pero consigue salir. Por el sendero oscuro observamos arañas, ranas y escuchamos el sonido de la selva, repleta de sapos croando haciendo un ruido ensordecedor pero a la vez inspirador y enriquecedor. Mira, mira! una preciosa ranita de colores, de apenas 5 centímetros pero con unas tonalidades tan vivas que deslumbran en la oscuridad, esta dando una vuelta en busca de alimentos!
Algunos deciden regresar pero nosotros seguimos, hemos venido a esto. Mira mira! Increíble una tarantula gigante, mas grande que una mano esta en uno de los árboles, es negra como el carbón y sus miles de pelos y sus mandíbulas enormes invitan a no acercarse demasiado. Que alucinante!
Tras casi una hora regresamos, en todo el camino hemos sufrido la compañía de millones de mosquitos amazónicos, sobre todo Ruti que pese a ir tapada y con mangas largas ha tenido picaduras hasta en las zonas cubiertas. Aquí el relec extra fuerte se lo pasan por el forro, no les hace nada, cosquillas quizá pero nada más. Cariño tomate un polaramine, estas infestada a picaduras. Eres una valiente, como pocas! Ole tus ovarios!
Durante la cena el guía informa que mañana a las 5 de la mañana hay una caminata opcional con una duración de un par de horas, hasta llegar hasta un árbol gigante. Aquí ya solo quedamos los buenos, solo un australiano, un joven peruano y nosotros dos se apuntan. Pronto a dormir que mañana hay que madrugar.
Un café rápido y frío es lo único que nos podemos meter en el cuerpo, cogemos la botella de agua, las botas de agua y directos a la selva nuevamente. Jose, el guía local va con su machete apartando la maleza que entorpece el camino, mientras nosotros vamos sorteando charcos de lodo que en ocasiones nos llegan hasta las rodillas. Este trekking si que tiene miga, es durito y el chico peruano comienza a mostrar algún signo de debilidad, quedándose algo rezagado. Los mosquitos vuelven a acribillarnos pero ver el amanecer desde el interior de la selva no tiene precio, seguimos, jodidos, pero seguimos. El guía nos da una vara de mas de metro y medio a cada uno, creemos que exagera pero a los 15 metros entendemos el por qué, ya no son charcos, son verdaderas lagunas internas por las que la vara nos sirve tanto de apoyo como para tantear la profundidad del lugar que tenemos que pisar. Se pone emocionante la cosa!!
Tras casi una hora y media ahí lo tenemos, imponente, una grandiosa ceiba de mas de 300 años se posa ante nuestro rostro. Sus decenas de raíces han creado líneas entrelazadas alrededor del tronco y de sus enormes aletas, dándole una apariencia aun mas sobrecogedora.
Pero que pasa? Jose Antonio, el joven peruano se ha desplomado, esta pálido y sufre algunas convulsiones. El guía se pone realmente nervioso y empieza a darle un primitivo masaje cardio pulmonar. Pero que haces? Para inmediatamente! El australiano, Ruti y Victor se ponen al mando, el chico no sufre una parada cardíaca y respira, por lo que un masaje cardíaco puede provocarle la muerte y más si lo hace alguien sin ningún conocimiento.
El guía sigue angustiado y pide que lo llevemos a hombros para trasladarle. Pero te hasvuelto loco? Estamos a mas de una hora del campamento en medio de la selva, eso es inviable, hay que intentar controlar la situación aquí, si no mejora estamos bien jodidos y él mucho más. Le colocamos en la posición de seguridad y le controlamos el ritmo cardíaco, todo apunta a una bajada de tensión pero necesitamos azúcar urgentemente. «Jose, ve a por una coca cola, corre es urgente!»
El chico australiano, Steff, lleva unos caramelos para la tos en su mochila, por suerte para Jose que está desmayado en el suelo, cualquier cosa con glucosa sirve, se los damos y el chico parece que reacciona un poco, bien! sólo hay que dejarle descansar un rato para que se termine de recuperar. En apenas 20 minutos el chico se repone y ya es capaz de sentarse, lo peor ha pasado cuando Jose llega como un rayo con la coca cola. Uff que mal rato.
Lo curioso del asunto es que el paciente nos informa que le ha pasado ya varias veces, le pasa habitualmente y más por las mañanas cuando no ha desayunado y no ha podido descansar mucho. Pero tú eres un inconsciente chaval!!! Puedes morir en medio de la selva y ni siquiera pones medios como poner en preaviso al guía o llevar azúcar? O siquiera desayunar algo??? Hay algunos que se merecen una torta bien dada!
Ya de regreso seguimos escuchando animales, aunque al ser tan frondoso no llegamos a verlos, excepto a algunos monos, pero la pisada de un jaguar en el lodo nos indica que andan bien cerca. Ojo!
El guía nos va describiendo las propiedades medicinales de las distintas plantas y árboles que encontramos, una de ellas es magnifica para las picaduras de mosquitos así que Ruti no duda en echarse en la zona mas inflamada, su muñeca. El otro guía que va al final cerrando el grupo ha desaparecido, donde esta? Jose se va en su busca y al cabo de un rato vuelven juntos. Imaginaros lo denso de la selva que hasta un experto local puede perderse fácilmente, aquí dicen que es un diablillo que se aparece y que intenta marcarte el camino incorrecto hasta que te deja sólo, perdido en medio de la nada. Leyendas aparte es evidente que ésto no puede hacerse solo y sin personas expertas.
Regresamos a las 10 am al campamento, nos hemos demorado más de lo previsto y el desayuno sienta como manjar de dioses. Un pequeño descanso y nos vamos a la denominada playa de barros, un lugar donde los indígenas realizaban tratamientos con barros sobre la piel para mantenerla tersa y joven. Victor ni se lo piensa, hala venga!!! a quitarse unos añitos de encima! Se nota que esto de embadurnarse en barro saca al niño que llevamos dentro, jejeje, acabamos todos rebozándonos cual piara de cochinos por el barro
Después de comer vamos a una reserva animal donde viven monos, coatíes, perezosos, anacondas y guacamayos, dentro de un entorno protegido aunque nos parece un zoo al aire libre. Ya estamos de vuelta hacia Iquitos, antes una parada en un pueblito a recoger pasajeros, mientras unos niños juegan alegremente en el río sobre el tronco de un árbol. Casi llegando a Iquitos tenemos la fortuna de ver de nuevo a los escurridizos delfines rosados, es la guinda perfecta al pastel.
Ahora si que si, damos por concluida nuestra experiencia amazónica, hemos conocido su desembocadura, la ciudad más grande a sus orillas, su corazón, hemos sobrevolado el gran río, hemos realizado una travesía fluvial durante 3 días, hemos conocido sus pueblos y sus gentes y por ultimo nos hemos adentrado en la espesa selva. Nuestro hambre de Amazonas ya está saciado, podemos partir a otras tierras, ponemos rumbo a Lima.
Como llegar, consejos y precios:
- Tour Selva Amazonas desde Iquitos: 220 soles p/p 2 dias/1noche – Todo incluido
- Los tours privados en el que te llevan a tí solo en una barca por el Amazonas rondan los 150 soles por persona y día. Maximo 2 personas.
- Hostal Rio Blanco en Iquitos : 65 soles habitación privada (hay hostales más baratos desde 20 soles por persona en dormitorio)
- Mirar bien antes de contratar un tour, aunque acabeis mareado. Si teneis duda ir a la Oficina de Turismo que está cerca de la Plaza de Armas, ahí os dirán las agencias que están registradas y las que son piratas. Nosotros esto lo supimos después, de hecho la nuestra resultó ser pirata pero cumplieron en un 90% con lo pactado.
Vaya experiencia, con primeros auxilios incluidos. Estais hechos unos hachas.
A proposito, las indígenas también tienen barriguilla. Me quedo más tranquila.
Qué pasada chicos! 🙂