El Che Guevara ha sido, es y sera un ejemplo de lucha revolucionaria, honestidad, justicia social y solidaridad, tras participar activamente en la revolución cubana y entrenar tropas en el Congo, se trasladó a Bolivia, donde según le dijo a Fidel, «otros pueblos requieren de mi humilde presencia». Desde las montañas intentó conformar un campo de entrenamiento para guerrilleros para extender la revolución social por latinoamerica. Bolivia era un punto estratégico por su ubicación, con fronteras con Argentina, Perú, Paraguay, Brasil y Chile por lo que con apenas 20 hombres, escasos recursos, ninguna ayuda, pero con extrema convicción en sus ideas e ideales se asentaron en los montes cercanos a Vallegrande, alla por el 1966.
Estando tan cerca no podíamos dejar pasar la oportunidad de rendirle nuestro mas sincero homenaje a este GRAN HOMBRE, como ya hicimos en Cuba, donde fueron finalmente enterrados sus restos, tras casi 30 años en una fosa común boliviana.
Los tours para ir a Vallegrande y al pueblito de la Higuera (donde lo capturaron y ejecutaron) superan los 100 dólares y decidimos hacerlo por nuestra cuenta. Desde Samaipata salimos a las 6 am en el coche del español que regenta un restaurante, hacia Mataral, se suponía que nos iba a cobrar lo mismo que lo taxis locales pero el loco nos cobra casi el triple. Mira tú por hacer un favor a un compatriota y nos clava. Que te den majo! De Mataral, una furgoneta tipo van, con otros 6 pasajeros nos lleva a Vallegrande en una horita y media.
Una señora de la furgoneta nos pregunta si deseamos ir a la Higuera. Siiiii! Mi marido tiene un taxi y a veces va a La Higuera les cobraría unos 250 bolivianos. Nos parece bien, nos dijeron que entre 250 y 300 era un precio razonable. Al llegar a Vallegrande, Ruti pregunta al señor por el precio y nos dice que 200.Genial! Hecho! La esposa le pega una bronca, yo les dije 250 bobo. El señor, honrado, pero con las orejas gachas le dice que ya no puede cambiar el precio acordado. Quedamos en llamarle después, hoy primero queremos conocer Vallegrande y los sitios que aquí relatan parte de la historia y mañana partiríamos a la Higuera, así quedamos con él.
Tras encontrar un sencillo hostal en la misma plaza y tras charlar un buen rato con la amable dueña nos vamos a ver el Museo del Che y a conocer cuanto la historia cuenta aquí sobre su vida, muerte y posterior repatriación de los restos.
Este pequeño museo narra la vida y muerte del Che y sus compañeros desde que pisaron tierras bolivianas. La emoción es mucha, las penurias, el hambre, el cansancio y la incomprensión de casi el total de los locales de esta zona, frente al bien formado ejercito boliviano ayudado por la CIA, nos crean un nudo en la garganta. Narramos lo que en nuestras visitas al museo, mausoleo y La Higuera aprendimos sobre los últimos días de este símbolo internacional.
Durante varios meses, entre las quebradas y los montes de la región, aguantando las temperaturas y la carencia de estas inhóspitas tierras, lucharon contra el ejercito apenas 40 valientes, atricherándose en las montañas y tomando algún pueblito, como Samaipata, buscando adherir guerrilleros a la lucha. Nadie se puso de su parte, la población del lugar vió sus acciones como un intrusismo, alguien que les decía que vivían en una esclavitud de la que se podían liberar, cuando ellos no se sentían esclavos. Las bajas y alguna deserción empezaron a mermar, aun mas si cabe, la guerrilla.
Un agricultor fue el que dio el chivatazo final al ejército, fueron acorralados en la Quebrada del Churo, cerca de La Higuera, muchos cayeron en combate, pero el Che, malherido, fue capturado con vida. Inmediatamente lo trasladaron a la escuelita de La Higuera, allá, al día siguiente de su captura, cumpliendo órdenes de la CIA se ordenó su vil ejecución, se pidieron voluntarios, sólo uno, maldito desgraciado «SOLDADITO BOLIVIANO» que aun sigue con vida, llamado Mario Terán, se presentó voluntario y otro para ejecutar a otros de sus compañeros de armas capturados.
El Che murió, con la cabeza bien alta y siguiendo sus propias palabras, «Prefiero morir de pie que vivir siempre arrodillado», de hecho, en esta batalla solo lograron permanecer con vida 3 guerrileros que escaparon a Cuba, el resto murió en combate o fusilado.
El pueblito de la Higuera, de apenas 20 casitas campesinas muy humildes, es un santuario homenaje al revolucionario, cada rincón recuerda al Che en forma de poesías, agradecimientos, dibujos y esculturas. Podrán matar a un hombre pero jamas morirán sus ideas.
Tras su ejecución trasladaron su cuerpo en helicóptero a Vallegrande, donde fue expuesto durante varios días en la lavanderia del hospital, ante el regocijo general al ver allí tendido a aquel del que tanto se hablaba, muchos curiosos fueron a ver al hombre del que tanto habían oido hablar, algunos neutrales, otros a favor de sus ideas y otros en contra… pero todo vecino cuenta que tras la visión del cadáver, nadie quedaba con la conciencia tranquila.
El ejercito y la CIA, tras mostrar victoriosos al mundo la caída del lider, decidieron enterrar al Che y a sus compañeros es una fosa común para evitar que el lugar se convirtiera en santuario de peregrinación y veneración, de hecho se sopesó el hecho de enterrar manos cabeza y cuerpo por separado para que nadie pudiera verificar la identidad de los huesos en caso de que la fosa común fuera descubierta. El ministro Boliviano del momento se quedó las manos y las guardó (no sabemos si como reliquia por la gran hazaña realizada…), finalmente la cabeza no se amputó dándose sepultura al cuerpo sin más vejaciones.
Pasaron casi 30 años hasta que el General Mauricio Vargas, conocedor del lugar donde se enterraron los cuerpos de los guerrilleros, antes de morir, ante una entrevista periodística, dio información sobre el lugar de la fosa común y un grupo de cubanos y argentinos lograron, no sin esfuerzos y muchas estaciones, recuperar los restos del Che y sus compañeros de lucha. En ese lugar es donde se ha creado un mausoleo homenaje que pudimos visitar y donde se cuenta parte de la historia.
El Che regresó a Cuba en el año 1997 y sus restos descansan en Santa Clara. Hasta siempre Comandante, tu ejemplo es un referente para los que creemos en la justicia.
El Che escribió una carta de despedida a sus hijos, entre otras cosas les dijo lo siguiente » sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.»….ESE ERA EL CHE GUEVARA.
Una mezcla de sentimientos nos han invadido en este par de dias, rabia, ira, esperanza, conviccion… Ponemos rumbo a Sucre, el sur bolivianos nos espera.
Como llegar, consejos y precios:
- No contratar un tour. Son muy caros, casi 100 dolares y no merece la pena.
- Para llegar a La Higuera, primero debes llegar a Vallegrande que está a 4 horas en bus desde Santa Cruz.
- En Vallegrande ir a la Municipalidad que está en la Plaza, allí podreis visitar el Museo del Che y comprando la entrada también tendreis acceso a que os abran el Mausoleo del Che en una visita privada. Precio Museo del Che: 15 Bolivianos. Precio visita Mausoleo y tumba de otros guerrilleros: 30 bolivianos.
- Visita a la lavandería del Hospital Virgen de Malta: Gratuita. Está cerca del mercado de Vallegrande.
- Taxi hasta La Higuera (ida y vuelta con 2 horas de espera): 200 bolivianos (precio normal 250-300 bolivianos)
- Tasa a pagar porque te abran la escuelita de La Higuera, donde mataron al Che Guevara: 10 bolivianos p/p